Carlos Marques-Marcet: "No esperaba que el público reaccionara tan positivamente a mi película"16/5/2014 Escrito por: Pablo Plaza Cinesperados: Hola Carlos, gracias por atendernos y permitir que Cinesperados entre en tu casa por unos minutos. 10.000 km., un film de amor sobre una pareja que tiene que distanciarse por temas laborales y donde la lejanía pondrá de manifiesto la solidez de una relación difícil de llevar en estas circunstancias. No sé si has vivido algo así, porque la forma de narrarlo es tan real y tan verídica que quizás sea por experiencia personal. ¿En qué te basas para contar esta historia? Carlos Marques-Marcet: He bebido de muchas fuentes. Por una parte, la experiencia personal, gente cercana que ha tenido que vivir una historia de amor a distancia, por Skype. Pero por otra parte reconozco que hay una película italiana de los años 60 que me encanta, llamada I fidanzati donde él debe irse a trabajar al sur de Italia y recuerda a su amada que está en el norte del país. A mitad de película se envían cartas y todo acaba en una escena en una cabina telefónica, donde ninguno de los dos se entiende, se oye mal, y así acaba, un final abierto pero que dice mucho de lo que sienten los personajes, acabando por no entenderse debido a esa distancia. Me interesaba mucho transmitir el sentimiento de esa última escena, esa imposibilidad de comunicarte con tu amado por la distancia, aunque haya tecnología de por medio. Pero también otros aspectos han influido: la directora de fotografía, quien ha vivido el dormir con el portátil conectado con Skype “junto a su pareja”; o Clara, la coguionista, que tuvo que irse a estudiar fuera por una beca justo escribiendo el guión de esta película. C.: ¿Sentiste, no miedo pero quizás respeto a la hora de incluir dispositivos tecnológicos como ordenadores o webcams para contar parte de la historia? C. M-M: Lo primero que pensé fue: “uf, como vamos a hacer esto”, no lo tenía muy claro. Por eso decidimos rodar un cortometraje, que consistía en escenas del guión que ya teníamos, y rodar escenas de Skype para ver como funcionaba. Pudimos experimentar mucho con este corto en cuestión del lenguaje cinematográfico y del punto de vista. ¿Con quién estamos, dónde estamos, qué vemos, quién lo ve? Una vez cimentado esto, sólo fue seguir la lógica. C.: La elección de los actores, ¿cómo fue? Por un lado Natalia Tena, una persona muy mediática ahora mismo por su participación en la serie de Juego de Tronos, y por otro lado David Verdaguer un chico que ha trabajado muy poco en cine y lo que más ha hecho es teatro… Y después de tu película, se llenan de galardones por ese feeling que vemos en pantalla. C. M-M: Con el tema de actores lo que tuvimos se llama suerte. Natalia Tena no era la primera opción, pero como a nuestra actriz se le solaparon dos rodajes, tuvo que decidir y no pudo rodar con nosotros. Nos quedamos un poco sin saber qué hacer. Y si posponíamos el rodaje, nos quedábamos sin David, que empezaba la temporada teatral. Así que justo antes de casi cancelar el rodaje, contactamos con Natalia, le gustó mucho el cortometraje que le presentamos y accedió. Y a David lo encontré de rebote, buscando vídeos de Youtube de un actor que no era él. Lo vi en un vídeo con unos amigos imitando a Faemino y Cansado y pensé, tiene lo que necesito para el personaje. C.: En Málaga triunfas, en el festival de Barcelona agotas todas las entradas, ahora llegas a las salas comerciales. ¿Qué expectativas tienes? ¿Va a tener ese éxito que parecen haber previsto estos festivales de cine? C. M-M: Esperemos que sí. La diferencia que hay entre nuestro cine y el cine español que ahora triunfa, Ocho apellidos vascos o La vida inesperada es que contamos con un aparato de promoción mucho más pequeño. No tenemos detrás a Telecinco, por ejemplo. Esperamos que funcione el boca a boca, porque salimos con muy pocas copias en toda España. Y tenemos que agradecer a Televisión Española por haber confiado en nosotros para este proyecto, pero aún así estamos en otra escala. Eso sí, estrenaremos en Estados Unidos, es posible que en Austria, estamos un poco sorprendidos por todo esto. C.: Yo he leído que 10.000 km es la película de moda del cine español. Y con la que nos está cayendo con Ocho apellidos vascos eso es decir mucho…
C. M-M: Soy el primer sorprendido en que alguien sienta algo así por esta película (risas). Es evidente que puede tener su público, pero es una historia que yo quería contar, individualmente de que sea un tema que le interesa a cierta gente, un tema que no se ha tratado con el suficiente trabajo. Hacia falta una película así, pero no podía esperarme una reacción como la que ha tenido el público a verla. Me he encontrado a mujeres de 60 años llorando después del screening diciéndome que ahora entienden mucho más a sus hijas o hijos que han tenido que irse fuera. Es una historia que ahora es muy actual, la gente se está yendo y, te haya tocado directa o indirectamente, la conoces y te puede interesar. C.: Leía en Fotogramas el mes pasado que las películas independientes con éxito arrastran a su director a hacer, en su siguiente trabajo, un gran Blockbuster, donde el alto presupuesto es la nota predominante. Tenemos esta semana el caso de Godzilla, dirigido por Gareth Edwards, el mismo que el film independiente Monsters. ¿Te ves triunfando en Hollywood a esta escala? C. M-M: (Muchas risas). Nunca he tenido el sueño de hacer una película grande, al mismo tiempo que tendría ganas de hacerlo. Me encanta el cine clásico de Hollywood, pero el cine a gran escala también te apetece, por qué no. Tengo algún guión de agencias de Estados Unidos que estoy leyendo, y nunca se sabe, aunque no pierdo el sueño por ello. De hecho lo próximo en lo que estoy metido es aún más pequeño que 10.000 km, una historia en catalán que sucede en Barcelona, mucho más local. C.: ¿O sea que te veremos rodeado de pantallas verdes y mucho diseño de ordenador en un futuro próximo? C. M-M: Pantallas verdes y 3-D y estas cosas eso no va a pasar. Ese tipo de guiones a mi no son los que me llegan. Son más acorde a lo que estoy haciendo, pero donde se incluirían actores de allá, que siempre parece que sube el caché. Así funciona el sistema. A mí lo que me interesa es investigar historias, investigar realidades, eso es lo que vale la pena para mí. C.: Última pregunta, la que le hacemos a todos nuestros invitados para conocer sus gustos cinematográficos. ¿Qué codirector, qué pareja de actores y en que género cinematográfico se movería tu próxima utópica película? C. M-M: Uf, me pillas. A ver que piense (pausa). Hay directores que me gustan mucho, pero para tomarme un café con ellos, compartir rodaje ya es otra cosa (risas). Una de mis películas favoritas es En un lugar solitario de Nicholas Ray y otra es Tener y no tener, con Humphrey Bogart y Laurent Bacall. Así que creo que me habría gustado mucho ver a Nicholas Ray dirigiendo a esta pareja de actores. Y de género cinematográfico, por supuesto una de cine negro.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
|